lunes, 4 de mayo de 2009

Los rastros del Padre Tembleque


El INAH (Instituto Nacional de Antropología e Historia) organiza viajes cada fin de semana a un lugar del país, y me animé a ir a uno que decía "siguiendo las huellas del padre tembleque".
 Cuando me subí al autobús había pura gente grande, ningún solo jóven y eso me llamó mucho la atención. En cierto modo me dió tristeza el ver que ninguna persona jóven se interesa por conocer el país, y por otra parte me gustó que toda la gente que fue al viaje realmente estaba interesada por conocer más acerca de México, y cuando platique con ellas me di cuenta que era gente que había viajado mucho por el país. 

En fin, llegamos al pueblo de Otumba, pueblo ubicado en el estado de México, cuna del pintor Gonzalo Carrasco. En donde solía ser la casa de Carrasco, se encuentra un museo de objetos que pertenecían a la familia, ubicado en el zócalo de Otumba. 

También está el Templo de la Purisima Cocepción, que a simple vista es un templo poco estético; pero lo impresionante es la capilla abierta, que aún conserva detalles de lo que era originalmente.

 Se puede reconocer que es franciscana por el alfíz en forma de cordón. 

De ahí llegamos al poblado de Axapusco donde vimos el Templo de Santa María, donde se encuentra un retablo de oro invaluable, hermoso y que no te imaginarías que estuviera ahi adentro.

Posteriormente visitamos la ex hacienda de San Antonio Xala, conocida como "la hacienda del rey bonbon" por las torres en forma peculiar. Este lugar, ahora un hotel, fue una de las tantas haciendas pulqueras del porfiriato. La hacienda cuenta con una capilla, una especie de plaza de toros y caballerizas. 

Finalmente llegamos al llamado "Acueducto del Padre Tembleque", construido por el Padre Fray Francisco de Tembleque en el siglo XVI para llevar agua de Zempoala a Otumba. Su parte más alta alcanza los 38.5 metros cuadrados con una longitud de 1,020 metros y 66 arcos en total. Sólo el 3% del acueducto pasa por a arquería, lo demás pasa bajo tierray la obra tiene una longitud total de 48 kilométros. 

Lo interesante de está obra maestra de la ingeniera del virreinato, es que en la piedras utilizadas para construir el acueducto, hay grabados que los indigenas que trabajaron en la obra plasmaron para decir que tribús lo construyeron. Es sin duda, una maravilla, y por su contexto histórico y estético esta en la lista tentativa de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.