Seguimos nuestro recorrido por la Baja California, y llegamos hasta el Paralelo 28, donde se hace la división de la dos "Bajas", donde seguimos maravillándonos de los secretos que guarda esta hermosa tierra.
GUERRERO NEGRO
Justo en la
división de las dos Bajas, se encuentra Guerrero Negro. Este poblado obtiene su
nombre de un barco llamado The Black
Warrior, que se dice que se hundió frente a las costas de este lugar.
Guerrero Negro
guarda uno de los tesoros naturales más preciados por los mexicanos, y me
atrevo a decir, uno de los casos más exitosos relacionados con el rescate de la
diversidad animal, el Santuario de la ballena gris de El Vizcaíno. Este sitio
consta de dos lugares, La Laguna Ojo de Liebre, ubicada a las afueras de
Guerrero Negro, y la Laguna San Ignacio, situada cerca del poblado de San
Ignacio. Estas lagunas se convierten cada año en uno de los espectáculos
naturales más sorpendentes del país: millares de ballenas de hasta 15m de
longitud (Eschrichtius robustus)
vienen desde el norte del Pacífico a procrearse.
La Laguna Ojo de Liebre foma parte de los sitios Ramsar |
Miles de ejemplares de la ballena gris visitan cada año tierras bajacalifornianas |
Guerrero Negro también es famoso porque tiene la salina más importante del mundo, la Exportadora de Sal, S.A de C.V. ubicada en la misma laguna Ojo de Liebre.
La Exportadora de Sal, S.A. de C.V., la Salina más importante del mundo |
DESIERTO
DEL VIZCAÍNO
Siguiendo
al sur, se descubre otro paisaje asombroso: la Reserva de la Biósfera del
Desierto del Vizcaíno. Este desierto va desde el paralelo 28 ubicado en
Guerrero Negro hasta Santa Rosalía y es una de las áreas naturales protegidas
más extensas del país.
La Reserva de la Biósfera del Desierto del Vizcaíno |
Dentro
de este espectacular escenario se encuentra la Sierra de San Francisco, lugar
donde se encuentran unas pinturas rupestres de tamaño monumental (también
considerado Patrimonio de la Humanidad, no tuve la oportunidad de visitar). En
este hermoso desierto se encuentran especies como yucas, cardones, y cirios.
Además es hábitat de especies como el borrego cimarrón y la ballena gris ( ya
que las lagunas anteriormente mencionadas forman parte de la reserva).
hogar de cirios, cardones y yucas |
SAN
IGNACIO
Siguiendo
por la Carretera no. 1, a 145km hacia el sur, se encuentra el pueblo de San
Ignacio. Este pequeño pero pintoresco
poblado fue fundado gracias a la construcción de la misión de San Ignacio de
Loyola Kadakamaán, en 1728. Esta misión forma parte del conjunto de establecimientos
misioneros jesuitas para evangelizar y conquistar la remota tierra de las
californias. El oasis sobre el cual se edificó esta hermosa misión fue
descubierta en 1716 por el padre jesuita Francisco María Piccolo, anteriormente
llamada por los indígenas de la zona como Kadakamaán, que siginifica en cochimí
“arroyo de carrizales”. Al entrar a la misión, se pueden apreciar tres bellos
retablos de oro, donde en el principal se encuentra una imagen de San Ignacio
de Loyola. A las afueras de San Ignacio se encuentra la laguna con el mismo
nombre, donde también se alojan las ballenas para aparearse.
Misión de San Ignacio de Kadakamaán, una de las mejor conservadas de la penisula |
NOTA: si
se quiere visitar las pinturas rupestres de la Sierra de San Francisco, es
necesario pedir permiso en las oficinas del INAH ubicadas en San Ignacio, localizada
al costado de la misión.
Interior de la misión, al fondo se aprecia uno de los retablos de oro |
SANTA ROSALÍA
A 73 kilómetros de San Ignacio se
encuentra uno de los poblados mas interesantes de la península. Santa Rosalía
se fundó en 1885, tras la instalación de la compañía minera “El Boleo”. Esta
empresa francesa trajo consigo una cultura particular, ya que la arquitectura
del pueblo de tipo francesa de finales del siglo XIX le proporciona una
identidad bastante original. Los empresarios franceses de la época hicieron la
traza de la ciudad en base a la economía, integrando casas de madera
prefabricadas que incluían porches, elemento que se convirtió en característica
de la población.
Antigua Fundidora |
Iglesia de Santa Bárbara, diseñada por Gustave Eiffel |
En la ciudad, se encuentran edificios
importantes como la antigua fábrica de El Boleo (actualmente un museo), la
antigua fundidora, el hotel francés, y la iglesia de Santa Bárbara hecha de
acero prefabricado traída desde Francia y diseñada por el mismo Gustave Eiffel.
arquitectura típica de Santa Rosalía |
Actualmente, Santa Rosalía guarda un aire
de nostalgia, donde uno se puede pasar una tarde caminando por sus tranquilas
calles.
MULEGÉ
Continuamos nuestro viaje hacia el sur, y
llegamos a Mulegé, donde nos topamos con un hermoso paisaje. Este pequeño
poblado, al igual que San Ignacio, esta dentro de un oasis, lo que le da un
toque de magia al lugar. Mulegé es una palabra cochimí que traduce como “barra
grande de la boca blanca”. En Mulegé se encuentra la Misión de Nuestra Señora
de Santa Rosalía de Mulegé fundada en 1705 por el padre Juan María Basaldúa.
El hermoso oasis de Mulegé |
Mulegé es una parada obligatoria dentro
de este recorrido por la península, es un lugar lleno de historia, naturaleza y
sobre todo un aire de paz y tranquilidad.
Misión de Nuestra Señora de Santa Rosalía de Mulegé |
La península de Baja California guarda
estos preciados tesoros y muchos más que no caben en una sola entrada de este
blog. Baja California Sur cambia bastante del norte, se encuentran poblaciones
con características peculiares que lo vuelven un territorio lleno de misticismo
y sorpresa.