Los Agustinos en el Siglo XVI: Ex convento de San Agustin Acolman

En uno de los viajes a las afueras de la Ciudad de México, tomé camino rumbo a Teohithuacan, tomando una desviación a un pueblo llamado Acolman. El nombre de este pueblo es de origen náhuatl que proviene de acuimáitl: Aculli: hombre y máitl: mano o brazo, es decir, hombre con mano o brazo.

En Acolman, se encuentra un antiguo conjunto arquitectónico de gran valor històrico, llamado el Ex convento de San Agustìn. Este convento se comenzó a construir en 1539 por los franciscanos. Pero en 1540 con la resoluciòn tomada en la Tercera Reuniòn del Capitulo de Orden en la Nueva España, se hace el convento actual por los agustinos, estando al mando fray Jorge de Àvila.

Como era de acostrumbrarse en el siglo XVI, los conventos creados en esta época son eclécticos, es decir, son una mezcla de estilos arquitectónicos que los frailes recordaban desde España. La fachada pincipal maneja principalmente un estilo plateresco, muy utilizado en el tiempo.

Los conventos de la época tenian tres espacios principales: la capilla, utilizada principalmente por los españoles. El atrio, plaza principal donde se reunìan los indìgenas para las celebraciones de la eucaristìa, en la parte central habìa una escultura de una cruz tambièn llamada cruz atrial. Y la tercera, la capilla abierta, utilizada como altar para dar misa a los indìgenas en el exterior.

Como caso peculiar, en este convento la capilla abierta esta localizada en la planta alta del edificio, al lado del la fachada principal.

Otro toque que tiene este monumento, son sus bellos murales localizados alrededor de todo el complejo, que se salvaron milagrosamente a pesar de la inundación que tuvo el convento.

En el lugar, también se explica un poco sobre la historia de la piñata, y lo que representa. Y de como se fue convirtiendo en una tradición para los mexicanos.

Sin duda, un lugar lleno de historia y magia, que no deben dejar de visitar.

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